El «McGyver» y ex policía de la II República que nos descubrió al detective Carvalho
«ESOS PERSONAJES DE ALBARES (III)»
Ciertos personajes insisten en cruzarse en nuestro trayecto vital y abrirnos la puerta a determinados conocimientos. Estos, a su vez, dan paso a mil y un saberes que terminan conformando nuestro disco duro. Uno de estos, para los creadores de Albares Online 3.0, es ese hombre conocido por “Señor Enrique”: electricista y “McGyver arreglalotodo”, amén de ex policía de aquel experimento democrático llamado II República (1931-1939) y gran ser humano. Corrían los 80´s y 90´s.
De conversación fluida y residencia también en la Calle de las Mudas, su lugar de procedencia lo hemos olvidado. Pero tras el educado y siempre amable electricista de pelo blanco, con su sempiterno lápiz enganchado a la oreja y capaz de arreglar cualquier ingenio eléctrico o fontanero, se escondía un hombre de charla agradable y accesible a unos pocos afortunados, amén de su mujer la “Señora Carmen” y sus hijos, Mari y Enrique.
En el “backstage” del “Señor Enrique” se encontraba primero un amante del literario detective gallego-catalán y ex agente de la CIA José Carvalho, culminación de la novela negra española ideada por el insigne Manuel Vázquez-Montalbán, in memoriam. Sus ediciones baratas de tapa dura verde y compradas por correo en bloque, alineadas a la entrada de su vivienda –de ahí que nos llamara la curiosidad en su origen-, nos fueron prestadas en consecutivos veranos.
Toda una entrada por la puerta grande a una sección de la Literatura tachada injustamente de “menor, la Novela Negra, y que nos lanzó a mundos de gastronomía selecta e imposible para estómagos convencionales, cadáveres apasionantes, filosofía de pincel fino y andar por casa e ideas políticas razonadas. Todo ello metido en la coctelera de nuestro querido Carvalho y sus inseparables Biscúter y Concha.
Tras este hombre afable se escondía también un ex agente de la autoridad o policía. Un ex Guardia de Asalto (precedente de la actual Policía Nacional) de la legalidad democrática republicana destacado en Barcelona el 18 de julio de 1936. Un cuerpo de seguridad nacional creado con lo más selecto de las familias progresistas de los años 30´s.
En concreto, el “Señor Enrique” participó en uno de los episodios más destacados del comienzo de la Guerra Civil, el alzamiento en Barcelona y la toma del edificio de la Telefónica por parte de los alzados. Los Guardias de Asalto junto a la Guardia Civil lucharon duro por el laberinto gótico de la Ciudad Condal para devolver el edificio bajo control civil de la Generalitat catalana.
De allí pasó por un campo de concentración para prisioneros de guerra y más tarde nuestra memoria le pierde la pista hasta que ocupa un puesto de electricista en una central eléctrica de esta zona. Trabajará en la construcción del pantano de Buendía y allí conoce a su esposa, habitante de uno de los pueblos que quedaría sumergido para siempre.
Se trasladaría a Albares a finales de los 70´s y allí se jubiló mientras coqueteaba con la política local como concejal del PSOE. Aunque hizo siempre chapuzas para los vecinos hasta el último de sus días, con sus gruesas y estrechas gafas siempre en ristre. De su su participación en los corrillos nocturnos veraniegos calificaríamos al “Señor Enrique” de progresista moderado, admirador de Carvalho y del siempre clarividente presidente de aquella II República Española, Don Manuel Azaña. Alguna obra de aquel genio visionario de la España actual tenía plaza también en su pequeña biblioteca.
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